Incluso en aquellas sociedades que pregonan y practican habitualmente la igualdad de oportunidades, los miembros de grupos discriminados están lejos de gozar de condiciones igualitarias en el ámbito laboral.
Dentro de este ámbito se practican muchos de los tipos de discriminación, haciendo una especie de representación a escala de la situación general de la sociedad.
Así, se puede encontrar discriminación por raza, por sexo (ver Discriminación de la mujer en el trabajo) y por edad: los mayores de 50 son considerados viejos y merman sus oportunidades de conseguir un empleo.
La tendencia actual es contratar a personas jóvenes que puedan ser “moldeadas” a gusto y requerimiento de las empresas.
Sin embargo, también existe discriminación hacia los jóvenes que, al no tener experiencia se encuentran en un callejón sin salida: solicitan experiencia previa, pero ¿cómo adquirirla si no los contratan?
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