La mujer ha sido discriminada por el simple hecho de ser mujer durante siglos. Pero desde las últimas décadas, cuando el sexo femenino comenzó a salir de sus hogares para ingresar al campo laboral formal, trajo consigo otro tipo de discriminación más particular.
Es decir, se trasladó al ámbito laboral la ya generalizada exclusión de la mujer, otorgándole cargos de menor categoría que a los hombres o, en todo caso, los mismos cargos con salarios inferiores.
Las mujeres tienen menos oportunidades de conseguir empleos, sobre todo en cargos medios y altos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario